Sus sistemas teológicos constituían unos compendios de verdades, presentados en forma relacionada, pero embrollados y pico útiles por sus infinitas divisiones y subdivisiones. En síntesis, los teólogos escolásticos prestaban su atención exclusivamente a la parte formal del asunto: para ellos fue importante no la enseñanza de la fe, sino su planteo. De ahí pasó que los escolásticos elevaron al grado de dogmas a numerosas enseñanzas erróneas, que existían en la iglesia de Roma en forma embrional, ó en forma de opiniones separadas. Con el paso del tiempo, ante la dominación completa de escolásticos, toda la teología de la iglesia de roma concluye en sólo una forma y los dogmas de la iglesia se podía aceptar solo como la presentaban los escolásticos. La fe viva y activa, igual que la investigación inteligente en la materia de religión, pero que no coincidía con los escolásticos, se destruía completamente . Paralelamente con la dirección escolástica n la teología, marchaba la dirección mística (de la expresión de cerrar los ojos). La escolástica trataba de entender la enseñanza de la fe de la Iglesia por el camino del intelecto y por medio de conclusiones lógicas. Los teólogos de la dirección mística, al contrario, querían concebir al dogma con el sentimiento, por el camino de contemplación interior y la profundización en si mismo. La mística afirmaba que el ser humano puede conocer a Dios y a toda la enseñanza revelada, no a través de demostraciones dialécticas, sino a través de la elevación del espíritu a Dios que es la forma de contemplación directa. Al encontrarse en el estado de contemplación y éxtasis, el ser humano siente en su alma la presencia de la Divinidad, se siente pleno e iluminado por esta. En esto consiste el conocimiento de Dios directo e interior. Es el grado débil de aquel conocimiento que tendrá lugar en la vida futura. Para alcanzar aquí, en la tierra, la contemplación y el cono cimiento de la Divinidad, decían los místicos, hay que pasar varios grados de perfeccionamiento propio.

http://azbyka.ru/otechnik/spanish/el-cis...

Tertuliano atestigua también lo mucho que se extendió la práctica de signarse aun en el campo no estrictamente litúrgico. Al ponernos en camino, al salir o entrar, al vestirnos, al lavarnos, al ir a la mesa, a la cama, al sentarnos, en estas y en todas nuestras acciones, nos signamos la frente con la señal de la cruz. Otro tanto afirma para el Oriente, poco tiempo después, San Cirilo de Jerusalén: Ne nos igitur teneat verecundia, quominus crucifixum confiteamur. In fronte confidenter, idque ad omnia, digitis crux pro signando efficiatur: durn panes edimus et sorbemus pocala; in ingressibus et egressibus; ante somnum, in dormiendo et surgendo, cundo et quiescendo. La costumbre de hacer la señal de la cruz estaba tan arraigada entre los cristianos, que hasta el emperador Juliano, ya apóstata, se signaba maquinalmente en los momentos de peligro. Los textos antes citados, así como otros de la época patrística, se refieren a la pequeña señal de la cruz, la única entonces en uso, que se trazaba principalmente sobre la frente, in fronte depingitur, según las visiones de San Juan en el Apocalipsis, con el pulgar o el índice de la mano derecha. El gesto lo llamaban los Padres latinos signum, signaculum, tropaeum, y los griegos, σφραγις συμβολον, y tenνa su expresión más augusta en el rito prebautismal. De origen algo posterior es la costumbre de signar junto con la frente el pecho, a la que alude Prudencio (+ 410): Frontem locumque coráis signet. Debió introducirse primeramente en Oriente, de donde pasó a las Galías y después al ritual romano del bautismo, en el cual se practica todavía. La pequeña signatio crucis, de la que hemos hablado hasta aquí, sobre la frente y sobre el pecho, incluida más tarde la de los labios, continúa teniendo, como puede verse, una amplísima aplicación en muchos ritos de la Iglesia latina relativos a la misa, al oficio, a los sacramentos, a los sacramentales; su significado simbólico aparece claro. En Oriente, después de la herejía monofisita y en conformidad con las tendencias alegóricas del tiempo, se introdujo en el siglo VI la costumbre de hacer la señal de la cruz con dos (pulgar e índice) o tres dedos abiertos (pulgar, índice y medio) y los otros dos cerrados, para simbolizar las dos naturalezas de Cristo, o la Santísima Trinidad, o el trinomio sagrado IXΣ=Jesús Cristo Salvador). Esta costumbre pasó después al Occidente. Y a mediados del siglo IX, la Admonitio Synodalis manda a los sacerdotes: Calicem et oblationem recta cruce sígnate, id est, non in circulo et variatione digitorum, ut plurimi faciunt, sed strictis duobus digitis et pollice intus recluso, per quos Trinitas innuitur. Hoc signum recte faceré studete, non enim alíter quidquam potestis benedicere. Podemos creer que fuera éste el método seguido por los fieles al hacer la señal de la cruz, porque los liturgistas del siglo XII y los monumentos de aquel tiempo nos hablan de ella como de una práctica común. Decayó, sin embargo, muy pronto.

http://azbyka.ru/otechnik/spanish/histor...

De la palabra de Dios se debe deducir que los cuerpos resucitados serán en su esencia los mismos, que pertenecieron a las almas en la vida terrenal: «Es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad…» ( 1Cor. 15:53 ). Pero, ellos se transfigurarán y primeramente, los cuerpos de los rectos estarán incorruptibles e inmortales, como se ve de las palabras del Apóstol . Estarán libres de la extenuación y de las debilidades de la vida actual. Ellos serán espirituales y celestiales, no tendrán necesidades corporales y terrenales. La vida después de la resurrección será similar a la vida de los espíritus angelicales incorpóreos, según palabras del Señor (Luc. 20:3). En lo que respecta a los cuerpos de los pecadores, ellos también se levantarán en forma nueva, pero ellos, al recibir espiritualidad, al mismo tiempo reflejarán la condición de sus almas. Para aliviar la fe en la futura transfiguración de los cuerpos, el Apóstol compara la resurrección con la siembra de semillas, como símbolo que nos brinda la naturaleza de la resurrección: «dirá alguno: ¿cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, y lo que siembras, no llega a tener vida, si antes no muere. Y lo que siembras, no es la planta tal como va a brotar, sino un simple grano, de trigo, por ejemplo, o de cualquier otra planta. Dios da a cada semilla la forma que Él quiere a cada clase de semilla el cuerpo que corresponde» ( 1Cor. 15:35–38 ). Con ese mismo fin los Padres de la Iglesia indicaban , que en el mundo nada se aniquila ni desaparece, que Dios tiene el poder de restablecer aquello que Él mismo creó. Dirigiéndose a la naturaleza ellos encontraban en ella ejemplos de la resurrección: la germinación de la planta de la semilla que es arrojada a la tierra y que se corrompe, la renovación anual de la naturaleza en primavera, el despertar del sueño, la creación inicial del hombre del polvo y otros fenómenos. La resurrección universal y los hechos posteriores, representan un fenómeno que nosotros no estamos en condiciones de representar plenamente con nuestra imaginación, ya que nunca lo hemos vivido en su forma futura original, ni podemos comprenderlo con nuestra mente racional, ni las numerosas preguntas que surgen con respecto a esto en nuestra mente curiosa. Por ello, tanto las preguntas como las concepciones personales que en respuesta se han expresado, a menudo de manera diferente, en los escritos de los Padres y Maestros de la Iglesia, no son directamente objeto de la teología dogmática, cuya obligación es trazar la verdad exacta de la fe, basada sobre las Sagradas Escrituras. La inconsistencia del hiliasmo (milenarismo)

http://azbyka.ru/otechnik/Mihail_Pomazan...

La Praeparatio comienza con una notable pretensión de originalidad en el método: «el proyecto que nos hemos propuesto hemos de llevarlo a la práctica a nuestro modo» (7a). Para refutar la idolatría, hace hablar a los mismos paganos, aduciendo largos pasajes de su literatura: «No me expresaré con palabras propias, sino con las de aquellos mismos que han tomado interés en el culto de los que ellos llaman dioses» (16d). Algunos pasajes (l,4,2s; 5,l,4s) dan a entender que la presión de la persecución había cedido y que se había restablecido la paz cuando Eusebio escribía la Praeparatio. La alusión (135c) al castigo infligido por Licinio a los impostores antioquenos (Hist. eccl. 9,11) obliga a poner la fecha después del año 314. 3. Demonstratio Evangelica Así como la Praeparatio defiende la religión cristiana frente a los pacanos, la Demonstratio, que es como una continuación de aquélla, contesta a las acusaciones que los judíos hacían a los cristianos de haber aceptado el judaísmo únicamente para reclamar las bendiciones prometidas al pueblo escogido, sin aceptar, en cambio, la obligación de la Ley. La respuesta de Eusebio a esta acusación ocupa veinte libros. De ellos sólo quedan los diez primeros y un fragmento de considerable extensión del libro 15. Bastan para ver que, en la Prueba del Evangelio, el autor trata de arrebatar el Antiguo Testamento a los judíos probando su alcance universalista, al mismo tiempo que presenta el cristianismo como cumplimiento de la religión judía. En los dos primeros libros, que forman la introducción. explica por qué aceptan los cristianos las Escrituras judías y rechazan, en cambio, la legislación de Moisés. El cristianismo está en la línea de la religión universal de los patriarcas, de la cual la Ley mosaica fue sólo una dispensa temporal para servir de transición entre los patriarcas y la venida de Cristo. En el libro segundo, el autor aduce abundantes testimonios de los profetas para probar que la caída del Estado judío, la venida del Mesías y la vocación de los gentiles estaban ya anunciadas . Los libros tercero al noveno contienen pruebas profetices en favor de la humanidad de Cristo (1.3), su divinidad (1.4 y 5), la encarnación y vida terrena del Salvador (1.6–9). El libro décimo trata de su pasión y muerte. En los diez libros restantes, que no se conservan, se hablaba probablemente de su resurrección y ascensión, la misión del Espíritu Santo y la fundación de la Iglesia. El fragmento del libro 15 trata de los cuatro reinos del libro de Daniel.

http://azbyka.ru/otechnik/Patrologija/pa...

Los masones se consideran libres pensadores para opinar sin contar con la Biblia o la Iglesia (a la que consideran una tiranía) y sin embargo están atados a la logia. La influencia masónica es poderosa tanto en la política como en los negocios. Cuando los masones han tomado control de un gobierno, como en Francia en 1877 y en Portugal en 1910, han establecido leyes para restringir las actividades de la Iglesia. El continente americano ha sido también profundamente afectado por la masonería. Muchos líderes tanto de la corona española como de los movimientos independentistas fueron masones. La masonería sigue muy presente en los grupos de poder. La Masonería y Fátima. Fue en un Portugal dominado por los masones en que se apareció la Virgen de Fátima en 1917. Como consecuencia, las ordenes religiosas fueron suprimidas, confiscaron las propiedades de la Iglesia. Es de notar que la Virgen se aparece en el bicentenario de la fundación de la Masonería. Ante un mundo dominado por sociedades secretas, la Virgen nos ofrece sus propios secretos. Realmente se trata de una batalla espiritual. La Virgen viene para advertirnos de los peligros en que se encuentra la humanidad. Graves errores amenazan nuestra salvación. La Virgen nos pide que renunciemos al pecado y volvamos a Dios. En 1917 toma poder el Comunismo. Pero el aviso del cielo va mas allá del mal del comunismo. Va a la raíz que es la filosofía moderna que se revela contra Dios y es conocida con el nombre general de Humanismo Secular. Esta filosofía, primero produjo la Masonería. Mas tarde, y como consecuencia lógica de la Masonería, aparece el Comunismo. En 1917, año de las apariciones, ocurrieron la revueltas en Roma inspiradas por la Masonería que clamaba por el fin del papado. En el mismo año surgió el código de ley canónica (Ver abajo) que explícitamente condena la Masonería. Mientras tanto, los pastorcitos estaban directamente amenazados por la Masonería. Arturo de Oliveira Santos, quién arrojó en la cárcel a Lucia, Jacinta y Francisco y amenazó con matarlos, era miembro de la temida autoridad masónica que gobernaba Portugal. Qué dice la Iglesia de la Masonería

http://azbyka.ru/otechnik/spanish/diccio...

Antes del credo se exclama: «¡Las puertas, las puertas, atendamos con sabiduría!» Es decir, guardemos la entrada al templo de cualquier cosa impropia, y nuestras almas de pensamientos ajenos a este sagrado momento. Desde la antigüedad, la Iglesia estableció, que todos los fieles sepan el símbolo de la fe de memoria. Sigue otro llamamiento a la atención: «Estemos atentos...» Los fieles reciben la bendición con las palabras del apóstol Pablo: «La bendición de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre, la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros.» «En alto tengamos los corazones.» Con el repique de las campanas, la Iglesia anuncia la consumación del acto sagrado, para que los fieles que no se encuentran en el templo agradezcan al Señor en ese momento. Ese toque de misa se denomina «para Dignamente.» Es sacerdote reza una larga oración eucarística mientras se canta: «Es digno y justo.... santo, santo, santo es el Señor Sabaoth... Te cantamos....» Mientras se canta «Te cantamos...» los Santos Dones se transubstancian en Cuerpo y Sangre de Cristo. La eucaristía es la ofrenda a Dios Padre, por ello las oraciones de esta parte de la Liturgia hasta el final están dirigidas a Dios Padre. Se ofrece agradecimiento (Eucaristía significa agradecimiento), alabanza, mentalmente se recuerda la creación del mundo, la venida del Hijo de Dios, Su vida en la tierra, la Misteriosa Cena, la muerte en la cruz, la Resurrección y se eleva una oración para el descenso del Espíritu Santo sobre los Dones ofrecidos. Inmediatamente después se realiza el recuerdo en agradecimiento de toda la Iglesia celestial y terrenal: Principalmente (más allá de toda comparación) por la Madre de Dios, toda la multitud de santos, el recuerdo por la salud y salvación de todo nuestro prójimo vivo y el descanso de los difuntos. El sacrificio ha sido ofrecido. La Iglesia nuevamente glorifica a la Santísima Trinidad: «Y concédenos que con una sola boca y un solo corazón...» Luego la letanía suplicante en la que se canta «Concédelo, Señor.» Conscientes de nuestra filiación de gracia con el Padre Celestial: «Y concédenos, Soberano,» cantamos «Padre nuestro.» Sigue una oración secreta de agradecimiento del sacerdote y luego la exclamación: «Atendamos, lo santo para los santos.» El pueblo contesta por boca del coro: «El Único Santo...» Con las cortinas cerradas se realiza la comunión de los oficiantes en el altar y la preparación del cáliz para la comunión de los fieles.

http://azbyka.ru/otechnik/Mihail_Pomazan...

Estas palabras, escritas en Pskov en el siglo XV, fueron proféticas. Filoteo preveía la grandeza de su país en una época en que la propia existencia de Moscú apenas era reconocida en Europa. En 1547, quince años después de componerse la epístola de Filoteo, Iván IV (1533–1584) asumió el título de Zar, que los rusos interpretaban como equivalente a Basileus, y en 1596 el metropolitano de Moscú se convirtió en Patriarca. El documento que anunciaba este suceso reproducía casi al pie de la letra las palabras del erudito anciano, e iban confirmadas por las firmas de los cuatro patriarcas orientales. Los rusos aceptaron el desafío de responsabilidad que predijo Filoteo, pero su interpretación de la esencia de la ortodoxia difería considerablemente de la de Bizancio. La primera Roma legó al cristianismo la ley, el orden y la disciplina, y proclamó la universalidad de la Iglesia. La antigua Roma representaba la autoridad paternal del Padre. La segunda Roma-Constantinopla- ofreció dirección intelectual. Había hecho mucho con formular credos y combatir herejías. Su función armonizaba con el Logos, la segunda persona de la Santísima Trinidad. La tercera Roma, Moscú, expresaba el convencimiento de que toda la vida corporativa de una nación había de ser inspirada por el Espíritu Santo. La Rusia del zarismo moscovita, que nació de las ruinas de la ocupación tártara, era diferencia de la Rusia de Kiev. También lo era la Iglesia que trasladó la sede de su obispo principal a la antigua a la nueva capital. La Rusia de Kiev era un discípulo joven y entusiástico de Bizancio; la Rusia de Moscú era un avanzado puesto cristiano del mundo asiático. Iba detrás de Europa en ciencia, en pericia militar y técnica, pero había un dominio en que eran maestros los rusos, y era éste la esfera del culto, comprendida como si cubriese todo los aspectos de la vida personal, social y nacional. En ese arte de la conducta cristiana, descrito por los rusos como bitovoe glagoschestie (la piedad diaria) no tenían rivales los moscovitas.

http://azbyka.ru/otechnik/Nikolaj_Zernov...

4) Dentro de la vida de Dios se introduce un ser, que está en el borde mismo entre la divinidad y el mundo creado, cuyo nombre es Sofía. 5) Dentro de la vida divina se introduce la distinción de los principios masculino y femenino. Soloviev presenta esto de una forma algo velada. El padre Paulo Florenski, siguiendo a Soloviev, presenta a Sofía de esta manera: «Es un magnífico ser femenino real, que sin ser Dios, Hijo de Dios, ángel, o Santo, recibe la reverencia de Aquel que termina el Antiguo Testamento e inaugura el Nuevo Testamento.» 6) En la vida divina se introduce la tendencia del principio elemental con intenciones de obligar al mismo Dios-Logos a tomar parte en un determinado proceso, sometiéndolo a ese mismo proceso para sacar al mundo de su estado material estancado y llevarlo a las formas más elevadas y perfectas de la existencia. 7) Dios, como Absoluto, Dios Padre, está representado como alguien lejano e inaccesible para el mundo y el hombre. Él se encuentra alejado del mundo, contrariamente a la palabra Divina, hacia los ámbitos impenetrables de la existencia, que como existencia absoluta, no tiene ningún contacto con la existencia relativa, con el mundo de los hechos. Por eso, según Soloviev, es necesario un Intermediario entre el Absoluto y el mundo. Este Intermediario resulta ser «Logos,» que se encarnó en Cristo. 8) Según Soloviev, el primer Adan unía en sí ambas naturalezas, la divina y la humana, al igual que su inter-relación de la Teo-humanidad de la Palabra encarnada, sólo que en esta relación Adán la había quebrantado. Si es así, entonces la divinización del hombre no es sólo su santificación por la Gracia, sino es la reposición en él de lo Humano-Divino, la reposición de las dos naturalezas. Pero eso no coincide con toda la doctrina de la Iglesia, que entiende la divinización como colmarse con la Gracia Divina. «No hubo, ni habrá otro hombre,» – dice San Juan Damasceno, – «compuesto por lo Divino y lo Humano; solamente Jesucristo.» 9) Soloviev escribe: «Dios es el Creador omnipotente y Todopoderoso, pero no el gobernador de la tierra y de las criaturas que de ella provienen. La Divinidad... es... inconmensurable y no puede ser comparada con los seres humanos, ni tener con ellos la relación ético-práctica (como poder, gobierno, administración) solamente a través del hombre, quien, siendo un ser divino-terrenal, es conmensurable tanto con lo Divino, como con la naturaleza material. De este modo el hombre está imprescindiblemente sujeto al verdadero dominio de Dios.» Tal aceptación es inadmisible desde el punto de vista de la Gloria y Fuerza de Dios y contradice a la misma palabra divina. Además, tampoco lo confirma la simple observación. El hombre somete a la naturaleza a sí mismo, no en nombre de Dios, como un intermediario entre Él y el mundo, sino, persiguiendo sus propios fines egoístas.

http://azbyka.ru/otechnik/Mihail_Pomazan...

La teología dogmática se basa en la Santa y viva Fe. De aquí puede verse claramente cual es la diferencia entre la teología y las ciencias naturales, basadas en la observación y en la experimentación. El principio inicial de la primera es la Fe , y de la segunda la experiencia . Sin embargo, los propios modos de estudio, los métodos de razonamiento son idénticos tanto en una, como en otra: estudiar los datos y luego hacer las deducciones. Solo que, referente a la segunda, se hacen deducciones de los datos basados en la observación de la naturaleza, mientras que en la primera las deducciones se basan en el estudio de las Sagradas Escrituras y Sagrada Tradición; aquellas son ciencias empíricas y técnicas, estas son ciencias teológicas. De ahí mismo deducimos la diferencia entre la filosofía y la teología. La filosofía se construye sobre las bases racionales y sobre las conclusiones de las ciencias experimentales, a medida que estas pueden acercarnos a los problemas superiores de la vida; la teología se basa en la Revelación Divina. No se las puede mezclar. La teología no resulta ser filosofía ni hasta cuando sumerge nuestro pensamiento en las profundidades, difíciles y sublimes, de la fe cristiana. La teología no rechaza ni las ciencias empíricas, ni la filosofía. San Gregorio el Teólogo consideraba meritorio el hecho de que San Basilio el Grande dominaba a la perfección la dialéctica, con cuya ayuda sabía refutar los sistemas filosóficos de los enemigos del cristianismo. San Gregorio, en general, no simpatizaba con aquellos, que demostraban falta de respeto hacia la sabiduría exterior. Sin embargo, él mismo, después de haber presentado en sus famosas «Palabras sobre la Santa Trinidad» una doctrina profundamente observadora sobre la idea de Tres en Uno, así habla de sí mismo: «Aquí tratamos de exponer para ustedes, lo más corto posible, nuestra sapiencia – dogmáticamente, no por medio de la observación; con el método de los pescadores y no de Aristóteles; espiritualmente, y no sagazmente; según el reglamento de la Iglesia y no del mercado.

http://azbyka.ru/otechnik/Mihail_Pomazan...

Las amargas raíces del temor detienen la gangrena de los pecados. Por eso el temor, aunque amargo, es saludable. En verdad, pues, nosotros, los enfermos, necesitamos un salvador; descarriados como estamos, necesitamos alguien que nos guíe; siendo ciegos, quien nos lleve a la luz; sedientos, necesitamos la fuente vivificante que, al beber de ella, nos quite la sed (Io. 4,13–14); haciendo muerto, hemos menester la vida; como somos ovejas, tenemos necesidad de un pastor; por ser niños, necesitamos un pedagogo (es más, toda la humanidad tiene necesidad de Jesús)... Si queréis, podéis aprender la elevada sabiduría del Pastor y Pedagogo santísimo, del Verbo omnipotente del Padre, cuando se llama a sí mismo, alegóricamente, pastor del rebaño. Es pedagogo de los niños. Dice, en efecto, por boca de Ezequiel, dirigiéndose a los ancianos y proponiéndoles un ejemplo saludable de prudente solicitud: «Vendaré la perniquebrada y curaré la enferma, traeré la extraviada y la apacentaré en mi santa montaña» (Ez. 34,16.14). Apaciéntanos a tus niños como a ovejas. Sí, Señor; sácianos con la justicia, que son tus pastos. Sí, Pedagogo; llévanos a los pastos de tu montaña santa, la Iglesia, que se alza muy arriba, por encima de las nubes hasta tocar el cielo» (ibid. 1,9,83, 2–84,3). A partir del principio del segundo libro, el tratado pasa a ocuparse de los problemas de la vida cotidiana. Mientras el primero hablaba de los principios generales de la moral, el segundo y tercero vienen a dar una especie de casuística para todas las esferas de la vida: la comida, la bebida, la casa con su mobiliario, la música y la danza, la recreación y las diversiones, el baño y los perfumes, la urbanidad y la vida matrimonial. Estos capítulos nos dan una descripción interesante de la vida cotidiana de Alejandría con su lujo, su licencia y sus vicios. Clemente habla aquí con una franqueza que causa sorpresa. El autor previene a los cristianos contra esta forma de vida y les da un código moral de comportamiento cristiano en ambientes como éste. Clemente, sin embargo, no exige al cristiano que se abstenga de todos los refinamientos de la cultura; no le pide que renuncie al mundo ni que haga voto de pobreza. Lo que importa es la actitud del alma. Mientras el cristiano mantenga su corazón independiente y libre de todo apego a los bienes de este mundo, no hay motivo para que se aparte de sus semejantes. Es más importante que la vida cultural de la ciudad se impregne del espíritu cristiano. El Pedagogo termina con un himno a Cristo Salvador. Han surgido dudas respecto a la autenticidad de este himno. Sin embargo, hay fundamento suficiente para atribuirlo a Clemente. Las imágenes corresponden exactamente a las del Pedagogo. Tal vez tenemos aquí la oración oficial de alabanza de la escuela de Alejandría (cf. p.155s).

http://azbyka.ru/otechnik/Patrologija/pa...

   001    002    003    004    005    006    007    008   009     010