Con alegría, converso siempre con tal hombre, contemplando de frente tanto esplendor de virtud. Mis ojos no gozan tanto a los rayos luminosos del sol naciente, cuanto a la vista de la figura de Pablo, que ilumina mi espíritu. Porque el sol ilumina los ojos de la carne, mientras Pablo levanta los del alma haciéndola volar hasta la bóveda del cielo, llevándola más alto que el sol, sobre la luna. Su virtud tuvo tal poder en este hombre, que llegó a ser aquí abajo un ángel, y dio a su alma, alas para el cielo. Imitemos la virtud de la cual es maestro, busquemos de emular a Pablo siguiendo con celo tras sus huellas. Pero no debo apartarme del argumento propuesto, de la finalidad establecida, para hablar de la humildad, tercer camino para la conversión. Por eso os he presentado al publicano que, con la confesión de sus propios pecados no se rebajó, dijo la verdad y llegó a ser justificado, sin gastar nada de lo suyo, sin cruzar mares, sin viajar a lo largo de la tierra o cruzar pantanos enormes; sin implicar a los amigos o perder mucho tiempo; consiguió la justicia sólo mediante la humildad, sólo así se hizo digno del reino de los cielos. También a nosotros sea dado conseguir la misma suerte, por gracia y benignidad de nuestro Señor Jesucristo. A El la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Homilía III. Sobre la Limosna y las Diez Vírgenes. Cuarta Vía de la Penitencia: la Limosna Tenéis presente los puntos sobre el comienzo y fin del discurso del otro día, es decir, los argumentos de los que he tomado el principio y con los cuales he interrumpido la precedente homilía. Pero creo que habéis olvidado la terminación del discurso. La tengo presente y no quiero amonestaros ni haceros cargo alguno. Cada uno de vosotros tiene esposa, se preocupa de sus hijos, piensa en las necesidades de la casa; algunos son militares, otros artesanos, y cada uno está ocupado en diversos servicios. Yo, en cambio, no vivo más que de esto, no tengo otro pensamiento y otra ocupación que ésta, en todo momento. Pues más que reprocharos, no tengo palabras sino para alabar vuestro empeño, ya que no dejáis un domingo para venir a encontrarme en la iglesia, a pesar que tenéis que desentenderos de vuestras ocupaciones.

http://azbyka.ru/otechnik/Ioann_Zlatoust...

De lo que nos ofrece, ya tenemos pruebas: ha creado el sol, la luna y el variado coro de estrellas; ha creado el flujo del aire, la superficie de la tierra, con los mares que la circundan, con los montes, valles, colinas, fuentes, lagos y ríos e innumerables especies de plantas, jardines y todo el resto. Pero debes prestar una pequeña contribución, para que te sean proporcionadas también las cosas del cielo. No seamos descuidados y no perdamos de vista nuestra salvación, mientras tenemos a nuestra disposición el infinito mar de la misericordia del Señor del universo, dispuesto a cambiar su actitud con referencia a nuestras culpas. La meta propuesta es el reino de los cielos, el paraíso con aquellos bienes, «que ojo no vio, oído no oyó» «jamás imaginó el corazón del hombre lo que Dios ha preparado para aquellos que lo aman» ( 1Cor. 2:9 ). ¿No sacrificamos todo para contribuir a no perderlo? ¿No sabes lo que ha dicho Pablo? Había trabajado tanto, levantando infinidad de victorias sobre el demonio, y con el cuerpo había volado por el mundo, recorriendo la tierra y el mar, pasando sobre el aire como poseyendo alas: fue lapidado y estuvo a punto de muerte, fue golpeado y todo por el nombre de Dios. Fue llamado desde lo alto por una voz del cielo; observa cómo habla, con qué tono se expresa. Dice: «He recibido todo por gracia de Dios, pero también yo he contribuido con mis fatigas,» y exactamente, «su gracia en mí no fue vana; al contrario me he fatigado más que todos ellos, dando mi contribución» ( 1Cor. 15:10 ). Quiere decir: «Conozco y reconozco como muy abundante la gracia que Dios me ha dado: pero ella no me ha encontrado inactivo y todos conocen mi colaboración...» Como él, eduquemos también nuestras manos para la limosna; demos también nosotros lo que nos corresponde; lloremos nuest os pecados; gimamos por nuestras iniquidades; demostremos Je qué manera queremos corresponder a los grandes dones futuros que superan nuestra esperanza: el paraíso y el reino de los cielos. De los cuales nos sea dado a todos nosotros, participar por la gracia y benignidad de nuestro Señor Jesucristo, al cual sean con el Padre y con el Espíritu Santo la gloria, la potencia y el honor, ahora y siempre y en los siglos de los siglos. Amén. Homilía IV. Sobre la Conversión y la Oración.

http://azbyka.ru/otechnik/Ioann_Zlatoust...

En San Miguel Arcángel parece que se individualizó el primer culto de la Iglesia hacia los ángeles. Pero, parece extraño el decirlo, en él, el campeón de Dios, que había triunfado de Satanás, que había combatido por el cuerpo de Moisés y por defender a la mujer del Apocalipsis, los fieles no vieron al patrono de los cristianos guerreros, sino al médico celestial de las enfermedades humanas. Antiguas leyendas narraban que desde el siglo I, en Frigia, San Miguel se había aparecido en Cheretopa, junto a Colosas, haciendo brotar una fuente milagrosa que curaba toda enfermedad. En el siglo IV, en Frigia, centro de su culto, había otro santuario famoso junto a Kone, donde el agua que brota de una roca, abierta, según se decía, por San Miguel, estaba dotada de eminentes virtudes curativas. Sozomeno narra además que se hacía remontar al tiempo de Constantino el santuario de Sosthenion, junto a Bizancio, dedicado a San Miguel (Michaelion), frecuentadísimo por las muchedumbres principalmente con ocasión de la fiesta, que se celebraba el 9 de junio. Por lo demás, todo el Oriente estaba lleno de iglesias dedicadas al santo arcángel. En la sola ciudad de Constantinopla se contaban quince. En Egipto, según nos atestigua Dídimo, eran numerosos, tanto en la ciudad como en los camoos, los oratorios dedicados a San Miguel, ricos en oro, plata y marfil; y la gente venía desde lejos, aun a través de los mares, para asegurarse en aquellos santuarios la benevolencia del gran arcángel y, por su medio, la gracia de Dios. La Iglesia de Alejandría había puesto bajo su protección el Nilo, y celebraba su conmemoración con mucha solemnidad el 12 de junio, la época en la cual el río comenzaba a crecer. En Occidente, y particularmente en Italia, el culto de San Miguel a principios del siglo V estaba también bastante difundido. Existían iglesias dedicadas a él en Espoleto, Rávena, Perugia, Piacenza, Genova y Milán. En Roma, el sacramentario leoniano, el 30 de septiembre, bajo el título átale basilicae S Angelí in Salaria, contiene cinco formularios de misa, tres de los cuales en el prefacio se refieren a la dedicación de la iglesia indicada en honor de San Miguel, situada en la vía Salaria, a seis millas al norte de la ciudad. El gelasiano y el gregoriano tienen, a su vez, una Dedicatio basilicae S. Michaelis, pero sin la añadidura in via Salaria, y la colocan el 29 de septiembre. Duchesne opina que es la misma del leoniano; Kelner, por el contrario, conjetura que se trata de la iglesia de San Misuel, en Sajonia, restaurada por el papa Símaco (498–514), ahora con el título de San Miguel el Magno; fue esta fecha del 29 de septiembre la que de aniversario de dedicación se transformó después en la actual misa de San Miguel y se esparció por todos los países occidentales.

http://azbyka.ru/otechnik/spanish/histor...

Hastily bidding peasants and trestles to be gone, Nozdrev departed to another room with further instructions. Indeed, so audible was the sound of his voice as he ordered dinner that Chichikov — who was beginning to feel hungry once more — was enabled to gather that it would be at least five o " clock before a meal of any kind would be available. On his return, Nozdrev invited his companions to inspect his establishment — even though as early as two o " clock he had to announce that nothing more was to be seen. The tour began with a view of the stables, where the party saw two mares (the one a grey, and the other a roan) and a colt; which latter animal, though far from showy, Nozdrev declared to have cost him ten thousand roubles. " You NEVER paid ten thousand roubles for the brute! " exclaimed the brother-in-law. " He isn " t worth even a thousand. " " By God, I DID pay ten thousand! " asserted Nozdrev. " You can swear that as much as you like, " retorted the other. " Will you bet that I did not? " asked Nozdrev, but the brother-in-law declined the offer. Next, Nozdrev showed his guests some empty stalls where a number of equally fine animals (so he alleged) had lately stood. Also there was on view the goat which an old belief still considers to be an indispensable adjunct to such places, even though its apparent use is to pace up and down beneath the noses of the horses as though the place belonged to it. Thereafter the host took his guests to look at a young wolf which he had got tied to a chain. " He is fed on nothing but raw meat, " he explained, " for I want him to grow up as fierce as possible. " Then the party inspected a pond in which there were " fish of such a size that it would take two men all their time to lift one of them out. " This piece of information was received with renewed incredulity on the part of the brother-in-law. " Now, Chichikov, " went on Nozdrev, " let me show you a truly magnificent brace of dogs. The hardness of their muscles will surprise you, and they have jowls as sharp as needles.

http://predanie.ru/book/218255-dead-soul...

La captatio benevolentiae con que concluye este pasaje aparece también en la salutación que precede a la carta en los manuscritos: «al pueblo que permanece firme en el Evangelio» (plebi in evangelio perstanti). Transmisión del texto. El texto del De cibis iudaicis no se encontraba, hasta el año 1893, más que en las ediciones antiguas de Tertuliano, que conservan también el De Trinitate. Ese año se descubrió un manuscrito en la biblioteca de San Petersburgo que contiene nuestro tratado juntamente con versiones latinas de la Epístola de Santiago, la Epístola de Bernabé y los escritos de Filastro. La edición de Landgraf y Weyman se basa en este Codex Petropolit, saec. IX; el Codex 1351 de la biblioteca de Santa Genoveva de París, descubierto por A. Wilmart, no es sino una copia del anterior, hecha en el siglo XV. 3 . De spectaculis. En esta obra, que se encontró entre las de San Cipriano, Novaciano condena la asistencia a espectáculos públicos y corrige a los que no se avergüenzan de justificar su presencia en esos juegos con citas bíblicas . La madre de todas estas diversiones es la idolatría, prohibida a los cristianos (c.1–3). El autor describe con viveza las distintas clases de atracciones paganas, mostrando la crueldad, los vicios y las brutalidades que ellas defienden y propagan (c.4,8). «El cristiano tiene espectáculos más nobles, si lo desea. Tiene placeres verdaderos y provechosos, con tal que se recoja dentro de sí mismo» (9). Novaciano demuestra a la vez su formación en la filosofía estoica y su fe cristiana, cuando al final recuerda a sus lectores la belleza del mundo (cf. De Trinitate 1; véase p.504s) y la dignidad de los espectáculos que proporciona la Sagrada Escritura: Tiene la belleza del mundo para contemplarla y admirarla. Puede contemplar la salida del sol y su puesta, examinar cómo produce la sucesión de los días y las noches. Puede admirar la esfera de la luna, que con sus crecientes y menguantes indica el curso de las estaciones; las huestes de brillantes estrellas y las que centellean en lo alto con extremada movilidad. Las partes del año se suceden regularmente. Los mismos días y las noches se distribuyen en períodos de horas. Que considere la pesada masa de la tierra, equilibrada por las montañas, y los ríos que corren y sus fuentes, la inmensidad de los mares, con sus olas y orillas... Que estas, digo, y otras obras divinas constituyan los espectáculos de los fieles cristianos. ¿Qué teatro construido por mano de hombre podrá jamás compararse con obras como éstas? (9).

http://azbyka.ru/otechnik/Patrologija/pa...

La Iglesia, aunque diseminada por todo el mundo hasta los últimos confines, recibió de los Apóstoles y de sus discípulos la fe en un solo Dios , Padre todopoderoso, criador del cielo y de la tierra, de los mares y de todo lo que hay en ellos; y en un solo Cristo Jesús, Hijo de Dios , que se encarnó para nuestra salvación, y en el Espíritu Santo , quien proclamó por medio de los profetas la obra la doble venida, el nacimiento virginal, la pasión y la resurrección de entre los muertos, la ascensión corporal al cielo de nuestro bienamado Señor Jesucristo, y su parusía desde los cielos en la gloria del Padre para recapitular todas las cosas en sí y resucitar la carne de toda la humanidad. Entonces todas las cosas en el cielo y en la tierra y debajo de ella doblarán su rodilla ante Cristo Jesús, nuestro Señor y Dios, nuestro Salvador y Rey, según la voluntad del Padre invisible, y toda lengua le confesará. Entonces pronunciará un juicio justo sobre todos. A los espíritus de maldad y a los ángeles prevaricadores y apóstatas y asimismo a los hombres impíos, injustos, inicuos, blasfemos, los enviará al fuego eterno. En cambio, a los que han guardado sus mandamientos y han permanecido en su amor, les concederá la vida y el premio de la incorrupción y gloria eterna, ya sea desde el principio de la vida, ya sea desde su conversión. Esta es la doctrina y ésta la fe que la Iglesia, aunque esparcida por todo el orbe, guarda celosamente, como si estuviera toda reunida en una sola casa, y cree todo esto como si no tuviera más que una sola mente y un solo corazón; su predicación, su enseñanza, su tradición son conformes a esta fe, como si no tuviera más que una sola boca. Y aunque haya muchas lenguas en el mundo, la fuerza de la tradición es en todas partes la misma. Porque las iglesias establecidas en Germania profesan y enseñan la misma fe y tradición que las iglesias de los iberos, de los celtas, las de Oriente, Egipto y Libia, y las que están establecidas en el centro del mundo (en Palestina). Y así como el sol, criatura de Dios, es el mismo en todo el mundo, así también la luz de la predicación de la verdad brilla dondequiera de igual manera e ilumina a todos los que desean llegar al conocimiento de la verdad (Adv. haer. 1,10,1–2).

http://azbyka.ru/otechnik/Patrologija/pa...

La regla de verdad exige que creamos, primero, en Dios Padre y Señor Todopoderoso, es decir, en el Hacedor perfecto de todas las cosas. El suspendió el cielo encima de nosotros, colocado en su empinada altura; consolidó la masa de la tierra bajo nuestros pies, extendió los mares, cuyas olas fluyen libremente en todas direcciones. El proporcionó todas estas cosas con suma abundancia y orden, cada una con su operación propia y adecuada. En el firmamento del cielo colocó el sol, que se levanta en la aurora de cada día para dar luz con sus rayos; la brillante esfera de la luna, creciendo hasta la plenitud según sus fases mensuales, a fin de aliviar la oscuridad de la noche, y las centelleantes estrellas, cuyos rayos varían de intensidad. Obedeciendo a su voluntad, cubren ellas su recorrido según la ley de su órbita, para señalar a los hombres los días, los meses, los años y las estaciones, y para que sirvan de signos y para otros fines útiles. Sobre la tierra, asimismo, levantó montañas con sus elevadas cimas, excavó valles profundos, igualó las llanuras. Seleccionó diferentes especies de animales para proveer a las variadas necesidades del hombre... También en el mar, admirable como es por su inmensidad y por su utilidad para el ser humano, formó criaturas vivientes de todas clases, unas de tamaño moderado, otras de dimensiones enormes... Pero no es esto todo, pues el oleaje embravecido y las corrientes de las aguas podrían haber usurpado un dominio que no es el suyo, en detrimento de su propietario humano. Pero Dios les señaló unos límites que no pueden franquear, y cuando el ronco bramido de las olas y las espumantes aguas que suben del abismo atraviesan el océano y llegan a la orilla, se ven obligadas a retroceder. No pueden traspasar los límites que se les han impuesto, sino que obedecen a leyes fijas de su ser, enseñando a los hombres cómo hay que guardar las leyes divinas con el ejemplo de obediencia que nos proporcionan los mismos elementos. El resto del primer capítulo trata de la creación del hombre y de las potencias espirituales. Los capítulos 2–8 examinan la esencia de Dios y sus atributos.

http://azbyka.ru/otechnik/Patrologija/pa...

Now Pythagoras made an epitome of the statements on righteousness in Moses, when he said, Do not step over the balance; that is, do not transgress equality in distribution, honouring justice so. Which friends to friends for ever, binds,   To cities, cities – to allies, allies,   For equality is what is right for men;   But less to greater ever hostile grows,   And days of hate begin, as is said with poetic grace. Wherefore the Lord says, Take My yoke, for it is gentle and light. Matthew 11:29–30 And on the disciples, striving for the pre-eminence, He enjoins equality with simplicity, saying that they must become as little children. Matthew 18:3 Likewise also the apostle writes, that no one in Christ is bond or free, or Greek or Jew. For the creation in Christ Jesus is new, is equality, free of strife – not grasping – just. For envy, and jealousy, and bitterness, stand without the divine choir. Thus also those skilled in the mysteries forbid to eat the heart; teaching that we ought not to gnaw and consume the soul by idleness and by vexation, on account of things which happen against one " s wishes. Wretched, accordingly, was the man whom Homer also says, wandering alone, ate his own heart. But again, seeing the Gospel supposes two ways – the apostles, too, similarly with all the prophets– and seeing they call that one narrow and confined which is circumscribed according to the commandments and prohibitions, and the opposite one, which leads to perdition, broad and roomy, open to pleasures and wrath, and say, Blessed is the man who walks not in the counsel of the ungodly, and stands not in the way of sinners. Hence also comes the fable of Prodicus of Ceus about Virtue and Vice. And Pythagoras shrinks not from prohibiting to walk on the public thoroughfares, enjoining the necessity of not following the sentiments of the many, which are crude and inconsistent. And Aristocritus, in the first book of his Positions against Heracliodorus, mentions a letter to this effect: Atœeas king of the Scythians to the people of Byzantium: Do not impair my revenues in case my mares drink your water; for the Barbarian indicated symbolically that he would make war on them. Likewise also the poet Euphorion introduces Nestor saying –

http://azbyka.ru/otechnik/Kliment_Aleksa...

The astrologers, however, when they wish to bind our actions also to the constellations, only set us on investigating whether, even in these bodies, the changes may not be attributable to some other than a sidereal cause. For what is there which more intimately concerns a body than its sex? And yet, under the same position of the stars, twins of different sexes may be conceived. Wherefore, what greater absurdity can be affirmed or believed than that the position of the stars, which was the same for both of them at the time of conception, could not cause that the one child should not have been of a different sex from her brother, with whom she had a common constellation, while the position of the stars which existed at the hour of their birth could cause that she should be separated from him by the great distance between marriage and holy virginity? Chapter 7.– Concerning the Choosing of a Day for Marriage, or for Planting, or Sowing. Now, will any one bring forward this, that in choosing certain particular days for particular actions, men bring about certain new destinies for their actions? That man, for instance, according to this doctrine, was not born to have an illustrious son, but rather a contemptible one, and therefore, being a man of learning, he choose an hour in which to lie with his wife. He made, therefore, a destiny which he did not have before, and from that destiny of his own making something began to be fatal which was not contained in the destiny of his natal hour. Oh, singular stupidity! A day is chosen on which to marry; and for this reason, I believe, that unless a day be chosen, the marriage may fall on an unlucky day, and turn out an unhappy one. What then becomes of what the stars have already decreed at the hour of birth? Can a man be said to change by an act of choice that which has already been determined for him, while that which he himself has determined in the choosing of a day cannot be changed by another power? Thus, if men alone, and not all things under heaven, are subject to the influence of the stars, why do they choose some days as suitable for planting vines or trees, or for sowing grain, other days as suitable for taming beasts on, or for putting the males to the females, that the cows and mares may be impregnated, and for such-like things? If it be said that certain chosen days have an influence on these things, because the constellations rule over all terrestrial bodies, animate and inanimate, according to differences in moments of time, let it be considered what innumerable multitudes of beings are born or arise, or take their origin at the very same instant of time, which come to ends so different, that they may persuade any little boy that these observations about days are ridiculous.

http://azbyka.ru/otechnik/Avrelij_Avgust...

You have, I think, been led to impose a contribution of mares on these people by false information on the part of the inhabitants. What is going on is quite unfair. It cannot but be displeasing to your excellency, and is distressing to me on account of my intimate connection with the victims of the wrong. I have therefore lost no time in begging your Lordship not to allow these promoters of iniquity to succeed in their malevolence. To the Governor of Sebasteia I am aware that your excellency is favourably receiving my letters, and I understand why. You love all that is good; you are ready in doing kindnesses. So whenever I give you the opportunity of showing your magnanimity, you are eager for my letters, because you know that they furnish an occasion for good deeds. Now, once more, behold an occasion for your showing all the signs of rectitude, and at the same time for the public exhibition of your virtues! Certain persons have come from Alexandria for the discharge of a necessary duty which is due from all men to the dead. They ask your excellency to give orders that it may be permitted them to have conveyed away, under official sanction, the corpse of a relative who departed this life at Sebasteia, while the troops were quartered there. They further beg that, as far as possible, aid may be given them for travelling at the public expense, so that, of your bounty, they may find some help and solace in their long journey. The tidings of this will travel as far as to great Alexandria, and will convey there the report of your excellency " s astonishing kindness. This you well understand without my mentioning it. I shall add gratitude for this one more favour to that which I feel for all which you have done me. To a writer Write straight, and make the lines straight. Do not let your hand go too high or too low. Avoid forcing the pen to travel slantwise, like Æsop " s crab. Advance straight on, as if following the line of the carpenter " s rule, which always preserves exactitude and prevents any irregularity. The oblique is ungraceful. It is the straight which pleases the eye, and does not allow the reader " s eyes to go nodding up and down like a swing-beam. This has been my fate in reading your writing. As the lines lie ladderwise, I was obliged, when I had to go from one to another, to mount up to the end of the last: then, when no connection was to be found, I had to go back, and seek for the right order again, retreating and following the furrow, like Theseus in the story following Ariadne " s thread. Write straight, and do not confuse our mind by your slanting and irregular writing. Basil to Libanius

http://azbyka.ru/otechnik/Vasilij_Veliki...

   001    002    003   004     005