Jerusalem, 1984. P. 102-108; Griffith S. H. The Monks of Palestine and the Growth of Christian Literature in Arabic//The Muslim World. Hartford (Conn.), 1988. Vol. 78. N 1. P. 1-28; idem. Arabic Christianity in the Monasteries of 9th-Cent. Palestine. Aldershot, 1992; Richards D. S. Arabic Documents from the Monastery of St. James in Jerusalem Including a Mamluk Report on the Ownership of Calvary//REArm. N. S. 1988/1989. T. 21. P. 455-469; Rose R. The Native Christians of Jerusalem, 1187-1260//The Horns of Hattin. Jerusalem; L., 1992. P. 239-249; Большаков О. Г. История халифата. М., 1993. Т. 2. С. 13-42, 52-59, 69-74; NEAEHL; MacAdam H. I. Settlements and Settlement Patterns in Northern and Central Transjordania, ca 550 - ca 750//The Byzantine and Early Islamic Near East/Ed. G. R. D. King, A. Cameron. Princeton, 1994. N 2. P. 49-94; Schick R. The Settlement Pattern of Southern Jordan: The Nature of the Evidence//Ibid. P. 133-154; Zeyadeh A. Settlement Patterns, an Archeological Perspective: Case Studies from Northern Palestine and Jordan//Ibid. P. 117-132; Piccirillo M. The Christians in Palestine during a Time of Transition: 7th-9th Cent.//The Christian Heritage in the Holy Land. L., 1995. P. 47-56; Pahlitzsch J. Athanasios II, a Greek Orthodox Patriarch of Jerusalem (c. 1231-1244)//Autour de la première croisade/Éd. M. Balard. P., 1996. P. 465-474; idem. Georgians and Greeks in Jerusalem (1099-1310)//East and West in the Crusader States: Context, Contacts, Confrontations/Ed. K. Ciggaar, H. Teule. Leuven, 2003. Vol. 3. P. 35-51. (Orientalia Lovaniensia Analecta; 125); Планк П., свящ. Правосл. христиане Св. Земли во времена крестовых походов (1099-1187)//АиО. 2000. 4(26). С. 180-191; Назаренко А. В. Древняя Русь на международных путях. М., 2001; Aristarchos (Peristeris), Archb. of Constantina. Literary and Scribal Activities at the Monastery of St. Sabas//The Sabaite Heritage in the Orthodox Church from the 5th Cent. to the Present. Leuven, 2001. P. 171-194; Frenkel Y.

http://pravenc.ru/text/293788.html

АУТЕНТИЧНОСТЬ: определенно подлинный текст до Исх. 32 , последующий текст может также содержать аутентичный материал. 47 .  ТЕКСТ: Толкование на книгу Левит. НОМЕР РОСПИСИ: 657. РУССКИЙ ПЕРЕВОД: ТСО 22. Кн. 4. С. 461–479 (VI, 386–402). ИСТОЧНИК: Editio Romana Syr. I. P. 236–249. БИБЛИОГРАФИЯ: § 124 (Commentary on Leviticus). СОВРЕМЕННОЕ ИЗДАНИЕ: – РУКОПИСИ: Vatican. syr. 103 (IX-X saec.). СОВРЕМЕННЫЙ ПЕРЕВОД: – ИССЛЕДОВАНИЯ: см. 622. ПРИМЕЧАНИЯ: текст входит в состав «Катен Севера», см. 621. АУТЕНТИЧНОСТЬ: исследователи допускают присутствие подлинного материала Ефрема в тексте комментария. 48 .  ТЕКСТ: Толкование на книгу Чисел. НОМЕР РОСПИСИ: 658. РУССКИЙ ПЕРЕВОД: ТСО 22. Кн. 4. С. 480–506 (VI, 402–424). ИСТОЧНИК: Editio Romana Syr. I. P. 250–268. БИБЛИОГРАФИЯ: § 125 (Commentary on Numbers). СОВРЕМЕННОЕ ИЗДАНИЕ: – РУКОПИСИ: Vatican. syr. 103 (IX-X saec.). СОВРЕМЕННЫЙ ПЕРЕВОД: – ИССЛЕДОВАНИЯ: см. 622. ПРИМЕЧАНИЯ: текст входит в состав «Катен Севера», см. 621. АУТЕНТИЧНОСТЬ: исследователи допускают присутствие подлинного материала Ефрема в тексте комментария. 49 .  ТЕКСТ: Толкование на книгу Второзакония. НОМЕР РОСПИСИ: 659. РУССКИЙ ПЕРЕВОД: ТСО 22. Кн. 4. С. 507–538 (VI, 424–450). ИСТОЧНИК: Editio Romana Syr. I. P. 269–291. БИБЛИОГРАФИЯ: § 126 (Commentary on Deuteronomy). СОВРЕМЕННОЕ ИЗДАНИЕ: – РУКОПИСИ: Vatican. syr. 103 (IX-X saec.). СОВРЕМЕННЫЙ ПЕРЕВОД: – ИССЛЕДОВАНИЯ: см. 622. ПРИМЕЧАНИЯ: текст входит в состав «Катен Севера», см. 621. АУТЕНТИЧНОСТЬ: исследователи допускают присутствие подлинного материала Ефрема в тексте комментария. 50 .  ТЕКСТ: Толкование на Послания св. апостола Павла. НОМЕР РОСПИСИ: 1181–1194. РУССКИЙ ПЕРЕВОД: ТСО 60. С. 1–63. ИСТОЧНИК: S. Ephraemi Syri commentarii in epistolas divi Pauli nunc primum ex Armenio in Latinum sermonem a patribus Mekitaristis translati.Venetiis, 1893 24 . БИБЛИОГРАФИЯ: § 154 (Commentary on the Letters of Paul). СОВРЕМЕННОЕ ИЗДАНИЕ: – РУКОПИСИ: – СОВРЕМЕННЫЙ ПЕРЕВОД: – ИССЛЕДОВАНИЯ: Bundy D. The Pseudo-Ephremian «Commentary on Third Corinthians»: A study in exegesis and anti-bardaisanite polemic//After Bardaisan: Studies on continuity and change in Syriac Christianity in honor of Professor Han J. W. Drijvers/ed. by G. J. Reinink and A. C. Klugkist (Orientalia Lovaniensia Analecta 89). Leuven, 1999. P. 51–63; Hovhanessian V. Armenian manuscripts of the commentaries on the Letters of the Apostle Paul attributed to Saint Ephrem the Syrian//The Harp. 24. 2009. P. 311–327; Klijn A.F.J. A Note on Ephrem’s Commentary on the Pauline Epistles//Journal of Theological Studies 5. 1954. P. 76–78; Molitor J. Der Paulustext des Hl. Ephräm: Aus seinem Armenisch erhaltenen Paulinenkommentar untersucht und rekonstruiert. Rom, 1938 (Monumenta Biblica et Ecclesiastica 4).

http://azbyka.ru/otechnik/Efrem_Sirin/bi...

Fue en Siria donde el ascetismo alcanzó sus formas más extravagantes. San Simeón Estilita (muerto en el 450) pasó treinta años en lo alto de una columna. Ejerció gran influencia sobre la población de los alrededores, y tanto los cristianos como los paganos iban en peregrinación hasta él, en busca de su ayuda espiritual y su consejo. Le imitaron otros estilitas, como San Daniel (muerto en el 489) y San Simeón el Joven (muerto en el 593). En Capadocia el monacato tomó otra dirección. Bajo el caudillaje de San Basilio el Grande (muerto en el 379), se perfeccionó la vida cenobítica o comunal que inició Pacomio. San Basilio redujo el número de monjes de cada monasterio para que el abad pudiese conocer íntimamente a cada uno de ellos y se cerciorase de que se conservaba el adecuado equilibrio entre la oración y el trabajo, el estudio y el descanso. En sus reglas, San Basilio defendía una forma más moderada de ascetismo y dejó una señal permanente en el desarrollo del monacato oriental. No obstante, sería inexacto llamar «basilianos» a los monjes ortodoxos, como hacen algunos autores occidentales, pues la idea de órdenes religiosas no ha apelado nunca a la mente ortodoxa. Las disputas cristológicas que causó el Concilio de Calcedonia dividieron en dos el monacato oriental. Las conquistas mahometanas del siglo VII detuvieron el desarrollo de su rama oriental, pero continuó floreciendo entre la clerecía ortodoxa bizantina. Desde el siglo X, el Monte Atos, con sus numerosos monasterios y celdas de ermitaños, se convirtió en el gran centro de la tradición ascética. También Constantinopla, hasta su caída en el 1453, contuvo muchos monasterios y conventos, y en los siglos posteriores el movimiento monástico halló un suelo favorable en Rusia, donde se difundió por todo el país, llegando a las orillas del Océano Pacífico. Fueron varios los motivos que promovieron el crecimiento del monacato oriental. El principal impulso procedió de las palabras que Cristo dirigió a aquel joven: «Si quieres ser perfecto, ve a vender lo que tienes y dáselo a los pobres.» Muchos adeptos se unieron a las comunidades monásticas en busca de esta perfección y les animaron los extraordinarios dones de profecía y curación que ostentaban los ascetas, que eran considerados como muestra de aprobación divina con respecto a este tipo de vida.

http://azbyka.ru/otechnik/Nikolaj_Zernov...

El las iglesias orientales, con la resolución de cuestiones dogmáticas, aparecieron las herejías. En el occidente, prácticamente, no había herejías; antes la ausencia de la comprensión inteligente del cristianismo solo surgían escisiones. La herejía oriental trataba de refutar a todas las herejías y establecer la enseñanza de la fe ortodoxa sobre principios firmes; la occidental – trataba con todos los medios conservar el orden de la iglesia, colocarse en situación independiente del poder civil y potenciar su influencia sobre la sociedad y el estado. En una palabra, la iglesia oriental tenia sus intereses, y la occidental – los suyos. Esta misma diferencia de intereses y tendencias de la parte oriental y occidental del imperio, los separaba entre si, pero no hasta sentirse ajenas una a la otra, La unidad de la fe, los sacramentos y toda la organización de la Iglesia, durante largo tiempo ligaba en una unidad. La separación con la ruptura de toda relación de las iglesias occidental y oriental podía ocurrir solo si de parte de cualquiera de ellas se vulneraría la unidad de la fe, los sacramentos y la organización de la iglesia. Para la desgracia de todo el mundo cristiano, la iglesia de occidente vulneró a esta unidad y rompió la unión con la iglesia oriental. De lo arriba expuesto se ve como la iglesia occidental, poco a poco, durante varios siglos, arbitrariamente permitía en si las innovaciones y deformaciones en la parte dogmática, ceremonial y canónica. Así en siglos VI-XI, en todas las iglesias del occidente se afirmó la enseñanza sobre la emanación del Espíritu Santo también del Hijo (filioque). Enseñanzas semejantes, que deformaban los dogmas del cristianismo, la Iglesia Universal, incluyendo a la occidental, siempre consideraba heréticas y a los que las seguían, excluía de su sociedad. Además la iglesia occidental permitió muchos cambios ceremoniales – ayuno el sábado, realización de la Eucaristía sobre pan sin levadura, realización de la oleouncion solo por obispos, celibato del clero, etc.

http://azbyka.ru/otechnik/spanish/el-cis...

Theodore Zisis who describes such an approach as “an unprecedented instance in Church history when the Orthodox Church rejects its own teaching to please the heretics”. Regardless of the religious factor in the issue, we find a grave academic problem. Thus, I do agree with the paper of Prof. Zisis in his commentary on this un-academic approach where he says: “the bitter experience of the recent inter-confessional discussions leaves one with an impression that the members of Orthodox delegations lack systematic theological training, a knowledge of patristic writings and of conciliar resolutions.”   On the other hand, I personally knew the co-chairman from the Oriental side, Metropolitan Beshoy of Damietta, along with the other members of the Coptic commission. Except Dr. Joseph M. Faltas who holds a PhD in Patrology from Athens University, none of the members studied Theology in any university. When I discussed those papers with them I was astonished that they hadn’t even read the writings of their own Fathers, particularly the writings of Severus, since they didn’t have a proper knowledge of the original Greek language. I had even to provide to one of them the letters of Severus, which have been recently translated into English.   In 2005, a Coptic delegation was invited to Moscow to discuss the project of moving on to a more successful dialogue with Russia. However, the disappointing paper presented by Metropolitan Beshoy led to a delay and reduced the interest in having a professional dialogue. There is a will now to carry on but under the supervision of the Moscow Patriarchate, which I’m quite sure will avoid the mistakes of the previous dialogue that led to this dead end.   In the next article, I will discuss the historical and dogmatic context of the controversy and explain the teachings and writings of the Monophysites that are used in Arabic now and totally hidden from the Orthodox side. Then I will discuss the doctrinal developments of the Oriental communion based on their Christology, which is what leads them to condemn other major Orthodox doctrines like Deification and Eucharist. To be continued…         “Report to the Holy Synod of the Church of Greece Concerning the Assembly in Geneva of the Joint Commission for Dialogue between The Orthodox Church and Oriental Orthodox Churches” protocol no. 416 (October 1 1990). cited by Holy Monastery of   Saint Gregory, The Non-Chalcedonian Heretics. Etna California 1996 p.9 “Severus knavishly says that hypostasis is the same as nature”, PG Vol.xci col.40A John S. Romanides, Orthodox and Oriental Orthodox Consultation: Leo of   Rome’s Support to Theodoret, Dioscorus of Alexandria’s Support of Eutiches and The Lifting of The Anathemas. [http://www.romanity.org/htm/ro4enfm.htm ]

http://pravmir.com/the-history-and-devel...

En el principio de 1862, Pío IX editó una bula en la cual declaró la organización de una nueva «congregación de propaganda de los asuntos de ceremonia oriental» ya que la existente congregación general de propaganda es ocupada por otras misiones y se ocupa poco de trabajo necesario en el oriente ortodoxo. En el manual de la congregación papa declara que no solo no tiende a la destrucción del orden de servicios religiosos y ceremonias de la Iglesia Oriental, sino, todo lo contrario, ordena conservarlos. En 1868, Pío IX emprendió un intento más. Pensando reunir en Roma un concilio para discutir el nuevo dogma sobre la infalibilidad del papa, envió una nueva epístola a los obispos de la Iglesia Oriental, con la invitación al concilio y expresando su deseo que se subordinen a la iglesia de Roma. El patriarca de Constantinopla Gregorio VI no aceptó esta epístola. Los intentos de los papas de subordinar a ellos la Iglesia oriental, en tiempos modernos sufrían fracasos. En los últimos decenios, los papas, particularmente ponen en relieve la ceremonia oriental, en la cual hasta se permite el Credo ortodoxo (de Nicea). Relaciones reciprocas del papado con los estados católicos El concilio Tridentino y la aparición de la orden de jesuitas dieron al papado la posibilidad de restituir su importancia, que vaciló con la Reformación. Después de la paz de Westfalia en 1648, que puso fin a la lucha larga por las verdades religiosas, la importancia del papado en el mundo católico empezó a declinar paulatinamente. Desde la mitad del s. 17, los soberanos católicos, en las relaciones internacionales y guerras, comienzan a guiarse por los principios de la separación política y el equilibrio de los estados. En consecuencia, los intereses de la política eclesiástica de los papas, pierden para ellos todo significado. Los soberanos, concentrándose en los intereses de sus estados, comienzan a pasar por alto los asuntos de la iglesia e ignoran los deseos papales. Dentro de sus posesiones, ellos tratan de colocar a su poder fuera de toda dependencia en asuntos civiles ó eclesiásticos.

http://azbyka.ru/otechnik/spanish/el-cis...

Los más insignes himnógrafos ortodoxos fueron San Efraín el Sirio (muerto en 378) y su discípulo, Romanos el Méloda, que llegó de Siria a Constantinopla. Romanos popularizó el arte de la poesía religiosa en la capital, y fue seguido de un número de poetas bizantinos, Anatolio (muerto en 458), Sergio (muerto en 638) (ambos patriarcas de Constantinopla) y Jorge el Diácono (siglo VII). Los himnógrafos posteriores incluyen a Andrés de Creta (muerto en 720), autor de un magnífico poema penitencial recitado todos los años en Cuaresma. En el siglo VIII, Cosme, obispo de Maium (muerto en 743), y San Juan de Damasco (muerto en 749), enriquecieron el culto de la Iglesia oriental. En los siguientes siglos, se hicieron también valiosas adiciones por José el Himnógrafo (muerto en 983), el emperador León el Filósofo (886–912) y San Teodoro de Studion (muerto en 826), ardiente defensor de los iconos. También contribuyeron varias mujeres a esta poesía religiosa. La más célebre fue una monja llamada Cassia (siglo IX), autora de uno de los más conmovedores himnos de la Iglesia ortodoxa, que describe el lavatorio de los pies de Cristo por una prostituta. Este himno se canta el martes y el miércoles en Semana Santa. Sin embargo, la mayor parte de esta elaborada poesía fue legada a la Iglesia ortodoxa por escritores anónimos. Sólo una proporción de esta rica himnografía se halla incorporada en los libros de servicios impresos y se utiliza regularmente. El resto existe en manuscritos y es únicamente accesible a los expertos. El lenguaje de la poesía oriental es muy barroco y contiene una profusión de epítetos, en los que se desborda la imaginación oriental. Tiene muchos puntos en común con los brillantes colores de los mosaicos, pues exhibe la misma combinación de ricos detalles artísticos con sujeción al estricto código de la convención característica del arte bizantino. Los servicios corrientes de la Iglesia ortodoxa concuerdan con un complejo sistema de ciclos. El primero son los siete días de la semana, cada uno con su propio tema, reflejado en las oraciones. El domingo es el día de la Resurrección; el lunes conmemora las huestes angélicas; el martes, a San Juan Bautista y a los Profetas; el miércoles y viernes, la Pasión de Cristo; el jueves, a los Apóstoles, a San Nicolás y a todos los santos; el sábado, a todos los difuntos, especialmente a los mártires.

http://azbyka.ru/otechnik/Nikolaj_Zernov...

Ligada estrechamente con esto estaba la proliferación de la himnografía en el mundo bizantino, himnografía que era totalmente disímil a los pocos himnos cristianos primitivos sobrevivientes. Los kontakia de Romanos el Melódico, y luego los de muchos imitadores, eran de hecho homilías poéticas, que pasaron a ser parte del oficio. Los monjes, siempre una presencia en el cristianismo bizantino, se opusieron al comienzo a tal poesía como no bíblica y rechazaron la música a la que estaba unida como demasiado secular, pero más tarde desarrollaron su propia himnografía. Esta himnografía monástica, compuesta mayormente durante los grandes debates teológicos de los siglos VI al VIII es un compendio de la teología patrística oriental . Estos himnos encontraron su lugar principalmente en el oficio monástico, que gradualmente desplazaría el oficio de la catedral, y en forma total después del siglo XI. Esta himnografía sigue siendo una fuente primaria para el estudio de la piedad, el ascetismo y la teología orientales, aunque resulta difícil de usar a causa de su gran volumen y diversidad. La liturgia era expresada en el contexto del año eclesial, un calendario litúrgico compuesto de períodos de fiesta y ayunos preparatorios. El año era visto como una reactuación de los actos salvíficos de Dios, así como de los acontecimiento principales de la vida de Cristo: al participar en éstos, el cristiano oriental se asimilaba a sí mismo en la historia de salvación , en la vida de Cristo . La eucaristía era la culminación de cada día o período de celebración: era suprimida durante los períodos de ayuno, particularmente durante la «gran» cuaresma, que perdió su significado primitivo como tiempo de preparación para el bautismo y llegó a ser un período de preparación para la pascua , el misterio central de la salvación; un período durante el cual cada cristiano era llamado a redescubrir su naturaleza pecaminosa y así también su alienación de Dios. Si alguna conclusión puede sacarse de todo este desarrollo es que, junto con la Escritura y la tradición, la liturgia es un ingrediente esencial de la espiritualidad oriental .

http://azbyka.ru/otechnik/spanish/la-teo...

El culto cristiano oriental difiere considerablemente del de Occidente cristiano. La arquitectura de las iglesias, su decoración interior, la forma de la liturgia, la posición del clero y la conducta de los laicos no son aspectos semejantes en Oriente y Occidente. En Oriente, las iglesias suelen ser pequeñas, redondas o edificadas en forma de cruz griega. La faceta más distintiva es la Iconostasis, una sólida pantalla con tres puertas, dividiendo el extremo oriental del resto del edificio. Detrás de la puerta central o «real» está el altar, llamado «trono,» que es únicamente visible cuando la puerta está abierta. Durante el servicio, cuando las puertas están cerradas, el clero no es visible a la congregación. Los seglares participan en los servicios apoyando las oraciones que dicen los sacerdotes y diáconos, con respetuosos gestos, reverencias y uso frecuente de la señal de la cruz. A veces participan en los cantos, pero habitualmente los representa el coro. Los servicios son solemnes, vocales y llenos de color; se forman procesiones, y el clero entra y sale por las puertas de la pantalla, llevando magníficas vestiduras; se utiliza constantemente incienso; los niños, incluso los bebés en los brazos de su madre, se hallan en comunión con los adultos: el culto oriental carece de la precisión y la limitación de Occidente, pero manifiesta una poderosa impresión de la realidad de la presencia divina y estimula la unión mística entre Dios y la persona. El ritual de las Iglesias orientales es producto de una larga y compleja evolución; sin embargo, se acerca mucho más que Occidente a los servicios de los antiguos cristianos, y por esta razón se puede describir como más primitivo. El culto ortodoxo tiene tres canales de expresión: el principal es el sacramento de la Santa Comunión (alternativamente descrita como Eucaristía, Misa, Liturgia Divina o Cena del Señor); el segundo es la administración de otros sacramentos, cuyo número propósito están definidos de manera distinta por los ortodoxos y los occidentales; y finalmente, varios tipos de oficios públicos, no sacramentales, que consisten en leer las Sagradas Escrituras y cantar himnos y salmos. La Santa Comunión

http://azbyka.ru/otechnik/Nikolaj_Zernov...

En el pasado, el arte bizantino parecía falto de vida, mientras la ilimitada libertad del artista era considerada como condición indispensable de la verdadera inspiración; más es posible ser creador y libre dentro de una tradición que afirma haber visto la verdadera luz, y que ofrece una firme guía a sus artistas con respecto a la última finalidad de la vida. Esta meta, tal cual es aceptada por el Oriente cristiano, cae fuera de los confines de la experiencia terrenal, siendo el objeto final la comunión con el Dios Trino y Uno, que es superior a todos los conceptos que el hombre tiene de la verdad, de la belleza y de lo bueno. Esta idea inspiradora de temor hace que el arte cristiano oriental sea progresivo y dinámico, pues la visión es infinita y las más grandes realizaciones no son nada comparadas con la gloria del Reino divino; sin embargo, incluso las obras menores pueden participar de la dignidad y autoridad de la verdad revelada si reciben su inspiración de la misma fuente de ortodoxia cristiana. Conclusión. El Oriente Cristiano en el Mundo Contemporáneo. La historia del Oriente cristiano se desarrolla a través de un complejo y variado escenario: la Iglesia de los mártires luchando por la supervivencia; la Iglesia de los concilios ecuménicos absorta en disputas doctrinales y dividida por una lucha fratricida; la Iglesia actuando en rivalidad con Roma y atacada por los cruzados; la Iglesia oprimida por los turcos y acosada por los mogoles; la Iglesia, en su rama rusa, pretendiendo el liderazgo universal en el arte de la vida cristiana; y la Iglesia contemporánea repudiada por los ateos militantes. Tales son las diferentes etapas de la evolución del cristianismo oriental, y, sin embargo, revelan una notable unidad interna. El cristianismo oriental, durante dos mil años, ha seguido siendo una comunidad distinta. Es una respuesta a la persona y enseñanza de Cristo procedente de los que se sienten a gusto en la tradición filosófica y artística helenista. Ciertas intuiciones y convencimientos fundamentales dividen a los ortodoxos de las interpretaciones occidentales del cristianismo, tales como el acento sobre los aspectos corporativos y cósmicos de la redención, el vivo sentido de comunión con los difuntos, la repulsa de la actitud legalista y racional hacia la religión. Estas diferencias han separado a Roma y Constantinopla. Una firme creencia por cada lado en su propia superioridad hacía imposible la cooperación, y Oriente y Occidente intentaron edificar sus sistemas eclesiásticos sin consultarse entre sí.

http://azbyka.ru/otechnik/Nikolaj_Zernov...

  001     002    003    004    005    006    007    008    009    010